Un terremoto no físico
Hoy hace un año fue el terremoto en Ecuador, afectando las zonas de Esmeralda y Manabí. Hace un año que muchos perdieron no solo sus cosas materiales, sino a sus seres amados. Cuanto dolor e impotencia aquel día que hoy domingo de Pascua recordamos con aflicción y esperanza. A pesar de que muchos no perdieron nada, se comparte la pena por ver a los demás sufrir irremediablemente. Esto me hace pensar mucho en los terremotos interiores, esos que aunque no sientas un derrumbe físico, te deja atónito porque se te mueve por dentro todo y te lleva a un colapso fuerte. A pesar de que afuera todo aparenta ser igual, por dentro el mundo cambia, se transforma y se convierte en ruinas. Muchos de estos terremotos son causados por la muerte de alguien querido, la perdida de un empleo, no poder ingresar a la universidad, una enfermedad catastrófica, un matrimonio o un noviazgo roto, mal clima que deja destrozos, entre muchos más que cada uno lleva consigo y nadie lo nota. A pesar de todos ...