Un terremoto no físico
Hoy hace un año fue el terremoto en Ecuador, afectando las zonas de Esmeralda y Manabí. Hace un año que muchos perdieron no solo sus cosas materiales, sino a sus seres amados.
Cuanto dolor e impotencia aquel día que hoy domingo de Pascua recordamos con aflicción y esperanza. A pesar de que muchos no perdieron nada, se comparte la pena por ver a los demás sufrir irremediablemente.
Esto me hace pensar mucho en los terremotos interiores, esos que aunque no sientas un derrumbe físico, te deja atónito porque se te mueve por dentro todo y te lleva a un colapso fuerte.
A pesar de que afuera todo aparenta ser igual, por dentro el mundo cambia, se transforma y se convierte en ruinas.
Muchos de estos terremotos son causados por la muerte de alguien querido, la perdida de un empleo, no poder ingresar a la universidad, una enfermedad catastrófica, un matrimonio o un noviazgo roto, mal clima que deja destrozos, entre muchos más que cada uno lleva consigo y nadie lo nota.
A pesar de todos estos golpes nunca falta el ánimo del que está a tu lado y te incita a seguir a luchar a levantarte y mirar hacia el frente
Aunque varios toman estas frases de buena suerte volviéndolas trilladas y muchas son meros discursos repetitivos y vanos.
Cada persona en este planeta ha sentido que el mundo se le viene encima, que no hay como seguir, te agotas de llorar y hasta te encierras en ti mismo, en tu sufrimiento.
En lo personal yo he pasado por momento duros a mis corto 21 años, creo que a veces he estado a punto de tirar la toalla y dejarme morir. Aun cuando mucha gente ha estado a mi lado alentando, ya sea espiritual o físicamente.
Una vez describía mi estado como un cumulo de papeles rasgados, la simpleza de ser reducida a papelitos inútiles y rotos que se dispersarían en el viento sin rumbo y sin destino.
Es duro sentir el corazón comprimirse y apretarse de tal forma que no puedes respirar, o divagar en tu cabeza es estúpidas escenas que idealizan el "si hubiera hecho esto... Tal vez no hubiera ocurrido esto...".
Es un lapso, es una eternidad, que se yo, el tiempo es relativo, dicen por allí. Buscamos algo, siempre buscamos algo.
Una vez me dijeron que estamos hecho de amor para el amor, lo h experimentado así. Creo que interiormente buscamos amar y ser amados. Sin importar de que manera, ya sea un trabajo, una carrera, una familia, los amigos, viajes, arte. El fin es ser felices.
Cuando usamos fines malos y egoístas es que no llegamos a una felicidad real. Entonces se confunde el amor con otra cosa que no es eso.
Cómo te recuperas de un terremoto interno. no los sé. No te daré tips ni nada, no sé como se cura, no hay medicina, no hay forma y si hay que me la den, por favor.
En pocas palabras la vida sigue, en internet encontraras tips y cosas así. No funciona, solo tú decides coger fuerzas y seguir.
A veces me detengo en el camino observo a mi alrededor y veo tanta gente, cada uno camina con sus cosas sus alegrías y sufrimientos, siguen, caminan, van a sus trabajos, a sus estudios o simplemente están viajando.
Todos cargan con algo y siguen dando amor, alegría y vida a los demás.
Encerrarme en mi mismo es egoísta, pensar en que solo yo sufro yo soy el que más llora, el que tiene mala suerte es egoísta.
A tu lado siempre hay gente que lo pasa peor y dejan de pensar en su sufrimiento para dar amor a los demás. Te lo digo porque lo he visto y lo he experimentado.
Hay una frase que me ayuda mucho, cuando la escuche por primera vez dije "Ay que bonita", pero cuando la vives y la dices tu mismo enserio es que la lloras y de verdad pones corazón a cada palabra.
"Gracias Señor por todo lo que me das, y gracias por todo lo que me quitas, porque todo lo que me das y todo lo que me quitas procede de tu amor, y si me quitas algo es para darme más." (P. Rafael A. Fundador de la Siervas del Hogar de la Madre.)
Cuando perdemos algo, cuando no tenemos explicación ante un acontecimiento desafortunado, queremos mandar a la mierda todo, queremos revolcarnos en la angustia y tirar los sueños, las metas al piso.
Lo que si es verdad es que no hay que olvidar que hay que ser agradecido con todo, con lo bueno y lo malo, to es por algo y para algo.
Al final la felicidad es nuestro fin, aun en momentos duros hay razones para sonreír.
No estamos exentos de sufrir terremotos internos, pero vivir dejándolos atrás sí.
Gracias Señor porque lo que das y quitas procede de tu amor.
Att.
María José Pinargote
Cuanto dolor e impotencia aquel día que hoy domingo de Pascua recordamos con aflicción y esperanza. A pesar de que muchos no perdieron nada, se comparte la pena por ver a los demás sufrir irremediablemente.
Esto me hace pensar mucho en los terremotos interiores, esos que aunque no sientas un derrumbe físico, te deja atónito porque se te mueve por dentro todo y te lleva a un colapso fuerte.
A pesar de que afuera todo aparenta ser igual, por dentro el mundo cambia, se transforma y se convierte en ruinas.
Muchos de estos terremotos son causados por la muerte de alguien querido, la perdida de un empleo, no poder ingresar a la universidad, una enfermedad catastrófica, un matrimonio o un noviazgo roto, mal clima que deja destrozos, entre muchos más que cada uno lleva consigo y nadie lo nota.
A pesar de todos estos golpes nunca falta el ánimo del que está a tu lado y te incita a seguir a luchar a levantarte y mirar hacia el frente
Aunque varios toman estas frases de buena suerte volviéndolas trilladas y muchas son meros discursos repetitivos y vanos.
Cada persona en este planeta ha sentido que el mundo se le viene encima, que no hay como seguir, te agotas de llorar y hasta te encierras en ti mismo, en tu sufrimiento.
En lo personal yo he pasado por momento duros a mis corto 21 años, creo que a veces he estado a punto de tirar la toalla y dejarme morir. Aun cuando mucha gente ha estado a mi lado alentando, ya sea espiritual o físicamente.
Una vez describía mi estado como un cumulo de papeles rasgados, la simpleza de ser reducida a papelitos inútiles y rotos que se dispersarían en el viento sin rumbo y sin destino.
Es duro sentir el corazón comprimirse y apretarse de tal forma que no puedes respirar, o divagar en tu cabeza es estúpidas escenas que idealizan el "si hubiera hecho esto... Tal vez no hubiera ocurrido esto...".
Es un lapso, es una eternidad, que se yo, el tiempo es relativo, dicen por allí. Buscamos algo, siempre buscamos algo.
Una vez me dijeron que estamos hecho de amor para el amor, lo h experimentado así. Creo que interiormente buscamos amar y ser amados. Sin importar de que manera, ya sea un trabajo, una carrera, una familia, los amigos, viajes, arte. El fin es ser felices.
Cuando usamos fines malos y egoístas es que no llegamos a una felicidad real. Entonces se confunde el amor con otra cosa que no es eso.
Cómo te recuperas de un terremoto interno. no los sé. No te daré tips ni nada, no sé como se cura, no hay medicina, no hay forma y si hay que me la den, por favor.
En pocas palabras la vida sigue, en internet encontraras tips y cosas así. No funciona, solo tú decides coger fuerzas y seguir.
A veces me detengo en el camino observo a mi alrededor y veo tanta gente, cada uno camina con sus cosas sus alegrías y sufrimientos, siguen, caminan, van a sus trabajos, a sus estudios o simplemente están viajando.
Todos cargan con algo y siguen dando amor, alegría y vida a los demás.
Encerrarme en mi mismo es egoísta, pensar en que solo yo sufro yo soy el que más llora, el que tiene mala suerte es egoísta.
A tu lado siempre hay gente que lo pasa peor y dejan de pensar en su sufrimiento para dar amor a los demás. Te lo digo porque lo he visto y lo he experimentado.
Unas plantas que sembramos en nuestro jardín en el colegio, era un terreno árido y sin vida. Al que abonamos y dimos cuidado para hacer un hermoso rosal con muchas flores. |
"Gracias Señor por todo lo que me das, y gracias por todo lo que me quitas, porque todo lo que me das y todo lo que me quitas procede de tu amor, y si me quitas algo es para darme más." (P. Rafael A. Fundador de la Siervas del Hogar de la Madre.)
Cuando perdemos algo, cuando no tenemos explicación ante un acontecimiento desafortunado, queremos mandar a la mierda todo, queremos revolcarnos en la angustia y tirar los sueños, las metas al piso.
Lo que si es verdad es que no hay que olvidar que hay que ser agradecido con todo, con lo bueno y lo malo, to es por algo y para algo.
Al final la felicidad es nuestro fin, aun en momentos duros hay razones para sonreír.
No estamos exentos de sufrir terremotos internos, pero vivir dejándolos atrás sí.
Gracias Señor porque lo que das y quitas procede de tu amor.
Att.
María José Pinargote
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